Los agentes de la comisaría de los Mossos de Esquadra de Bañolas (Gerona) vivieron dos minutos de pánico, este lunes, cuando un joven inmigrante de 21 años irrumpió en las instalaciones armado con un cuchillo de grandes dimensiones. Los hechos, según ha podido saber OKDIARIO, sucedieron alrededor de las once y cuarto de la mañana.
Según fuentes policiales, consultadas por este periódico, el hombre que ha sido hospitalizado en un centro psiquiátrico, y que en los próximos días pasará a disposición judicial, se personó en la comisaría para pedir información. Una vez en el interior de la sala de espera, atendido desde una sala blindada por una agente, sacó un cuchillo de grandes dimensiones y empezó a amenazar a los policías.
Gracias a la ayuda de la policía local de Bañolas, cuyas instalaciones están pegadas a las de Mossos, los agentes lograron neutralizar al hombre mediante el uso de la pistola taser. Una vez reducido pudo ser detenido y trasladado al parque hospitalario Marti Julià de Salt (Gerona), dónde quedó ingresado por posibles problemas mentales.
En unos días, cuando los sanitarios consideren que está preparado, los Mossos lo conducirán ante el juez de guardia para que preste declaración por amenaza y atentado contra la autoridad. La pena de prisión que podría recibir podría oscilar entre el año y los cinco años de privación de libertad, en caso de ser condenado.
No es el primer caso
Lo sucedido este lunes en Bañolas no es la primera vez que ocurre en instalaciones policiales en Cataluña. Hace dos años otro hombre accedió armado con un cuchillo en la comisaría de los Mossos de Nou Barris. Un año antes, en 2020, otro hombre fue abatido tras personarse con una arma blanca en la recepción de la comisaría de Cornellà de Llobregat.